Hace treinta años el movimiento de escuelas de adultos era, cómo tantos otros, una iniciativa frontera, una iniciativa que quería transformar el sistema situándose en sus márgenes interiores y destacándolos y aprovechando su empuje. Eran propuestas extrarradio: ni dentro ni fuera de la ciudad, entendedoras y perturbadoras a la vez.

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29 de noviembre de 2022
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